“SELLADOS CON DIOS EL ESPIRITU SANTO COMO GARANTÍA DE LA REDENCIÓN EN DIOS EL HIJO”
Efesios • Sermon • Submitted
0 ratings
· 798 viewsSELLADOS CON DIOS EL ESPÍRITU SANTO COMO GARANTÍA DE LA REDENCIÓN EN DIOS EL HIJO
Notes
Transcript
Intro:
En el tiempo que hemos dedicado a esta preciosa epístola hemos tratado de meditar acerca de cada bendición que Dios Padre destina a todos los creyentes en Jesús, el único y suficiente Salvador, los cuales unidos a Cristo también son santos. Pablo introduce esta carta afirmando que lo que registró en la misma es exclusivamente para los santos y fieles en Cristo, sobre esto tratamos en el 2º y 3º sermón de esta serie. Cada bendición listada aquí es exclusivamente para los verdaderos creyentes, la Iglesia de Cristo. Estas son bendiciones redentoras, bendiciones que caracterizan la obra de la salvación. Bendiciones salvíficas exclusivas a los salvos.
A través de los versículos 7 – 12 nos deleitamos en las bendiciones de la:
Redención que es mediante la Sangre de Cristo.
El Perdón De Nuestros Pecados que se nos brinda SEGÚN las riquezas infinitas de la Gracia de Dios.
Sabiduría y discernimiento salvífico, la revelación del misterio evangélico, o del evangelio misterioso.
Ser predestinados para ser la herencia de Dios.
Por último, pudimos comprobar el propósito final por el cuál Dios ha revelado su evangelio, el misterio ahora desvelado, y ha sido para alabanza, reconocimiento, loor, de la grandeza, la magnificencia de Dios. Para alabanza de su Gloria.
Recordemos que en el versículo 12 Pablo hace referencia a los primeros creyentes a quienes se les reveló el evangelio oculto, ahora el autor conecta esta misma verdad y la aplica a los creyentes “tardíos”, es decir, a quienes han creído después, de éstos y de nosotros afirma que también fuimos favorecidos con la revelación del evangelio para alabanza de la Gloria de Dios. Este será nuestro punto de partida en el día de hoy en el cual nos disponemos a gustar y ver cuán bueno es nuestro Dios, nos deleitaremos en las delicias eternas que de Él manan.
(EFESIOS 1: 13-14)
13 En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido.
14 Este garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, PARA ALABANZA DE SU GLORIA.
13 En É también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en Él con el Espíritu Santo de la promesa,
14 que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios, para alabanza de su gloria.
OBS: En el sermón pasado me equivoqué al decir que el versículo 14 confirmaba que nosotros somos la herencia de Dios, el versículo al cual quería hacer referencia es el versículo 18.
Vs 13 - En Él también vosotros
Primero presenta el agente de la salvación al hacer mención a Jesús – En Él. Cristo es No hay manera de enfatizar lo suficiente el hecho que todas las bendiciones que Dios Padre nos da, nos las brinda por medio de Jesús, siendo Él el único y suficiente mediador entre Dios y los hombres, pero, como anteriormente vimos, y ahora les recuerdo, esta partícula “en Él” no solo hace referencia a Cristo como el medio por el cuál somos reconciliados con Dios Padre, el redentor que con su sangre pagó por nuestro rescate, sino que yendo más allá, en Él apunta a la unión entre el creyente y Cristo, esta unión sobrenatural por la cual todo verdadero cristiano es miembro del cuerpo de Cristo, siendo Él la cabeza y la Iglesia su cuerpo. Existe una realidad que supera nuestra comprensión y es que, ante Dios, todos los que fueron elegidos y predestinados para que fuesen redimidos por la muerte expiatoria del mesías, al estar unidos inseparablemente al Salvador, recibieron el derecho de ser adoptados como hijos de Dios, y son ligados esencial y eternamente al unigénito Hijo de Dios. Todas las bendiciones que recebemos de Dios Padre es porque estamos eternamente ligados a Dios Hijo bajo quien Dios Padre ha de someter todas las cosas en toda la creación. Citando la carta “hermana” de Efesios, Colosenses 1:16-18 >> Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. 17 Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen. 18 Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía.
Una vez más, pero no la última, la palabra de Dios para nosotros hoy nos recuerda que SIN CRISTO NADA TENEMOS, NADA PODEMOS Y NADA SOMOS.
(…) después de escucharel mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído
Les recuerdo que a cada versículo que avanzamos lo hacemos tratando de disfrutar cada maravillosa bendición que nos es presentada sin perder de vista todo lo que hemos cubierto hasta ahora, esta es la única manera de entender debidamente el desarrollo de esta carta. Debemos estar atentos a la manera como se organizan y disponen cada palabra en el texto. Si nos fijamos en la forma como Pablo registró la palabra de Dios en estos versículos notaremos que se nos presenta un orden lógico y cronológico de cómo se nos aplica la salvación. Así que ofrezco una paráfrasis al texto con el deseo de ubicarles, de sincronizarles al paso del texto. Con vuestros ojos fijados sobre el texto, escuchen con atención:
Estando unidos a Cristo, ustedes al igual que nosotros los primeros creyentes, primero escucharon el mensaje de la verdad, el cual es el evangelio de vuestra salvación, luego de escucharlo ustedes lo creyeron, paso siguiente fueron marcados con el Espíritu Santo que había sido prometido.
¿Qué está escrito en Rm 10:17?
17 Así que la fe viene del oír (….?¿?¿?¿) y el oír, por la palabra de Cristo (de Dios RVR 60)
¿Por qué este versículo nos ayuda a entender el texto que estamos considerando? Este texto nos explica qué pasa cuando el evangelio es predicado a alguien, qué ocurre más allá de lo que podemos ver que lleva a un incrédulo a creer con su vida misma al mensaje de la verdad, el evangelio de nuestra salvación. Veamos:
La fe, la facultad de creer, la confianza de esperar, de depositar nuestra esperanza sobre Cristo viene por del oír, pero, ¿será que exclusiva y literalmente se refiere el texto a la capacidad física auditiva, al sentido de la audición? De ser así todos los sordos estarían condenados al infierno. Otro pasaje Isaías 45:22 >> Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. ¿Será que los ciegos no pueden ser salvos? Queda claro que tanto el oír como el mirar son términos que tratan de transmitir realidades que van más allá de nuestras capacidades física. Después del culto si alguno lo desea le podré dar una explicación más extensa sobre esto. Oír en este texto, aun que incluye la capacidad auditiva, va más allá significando el retener el mensaje, el interiorizarlo, el ser afectado por el mismo. Podemos ver esto en lo narrado en Hechos 2:37- 44 >> Al oír esto, conmovidos profundamente, dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: «Hermanos[b], ¿qué haremos?». 38 Entonces Pedro les dijo: «Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo. 39 Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame». 40 Y Pedro, con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba diciendo: «Sean salvos de esta perversa generación». 41 Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como 3,000 almas. 42 Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.43 Sobrevino temor a toda persona; y muchos prodigios y señales se hacían por los apóstoles. 44 Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común.
En síntesis, todos los que a través de la exposición del evangelio escuchan el llamado de Dios, son conmovidos por el mensaje de Salvación, lo reciben y creen a la palabra de Dios. Con esto en mente, volvamos a Romanos 10:17 para luego volver a nuestro texto principal.
La fe viene, la fe nace en mi corazón, cuando al ser expuesto al evangelio, lo entiendo, lo retengo, soy conmovido por el evangelio. Ahora la segunda parte del versículo nos indica como un corazón incrédulo puede llegar a creer, como un muerto puede oír, como alguien cuya mente está entenebrecida puede llegar a entender el misterio del evangelio, como un ciego puede ver la gloria de Dios en la faz de Jesús. Sigue el texto; (…) y el oír, por la palabra de Cristo …
La fe viene del oír, ok, pero, y el oír, ¿de dónde viene? ¿Está el texto diciendo que por mucho por oír el evangelio alguien llega a tener fe? ¡NO! ¿Está diciendo el texto que una persona que sea sorda si es expuesta a la predicación del evangelio recobrará la audición? ¡NO! ¿Cómo es que entonces escucho el llamado de Dios mediante la exposición del evangelio? ¿Qué dice el texto? POR LA PALABRA DE CRISTO…Cada palabra inspirada por Dios es importante hermanos, fueron escogidas por cada una en si transmite y aporta valor al mensaje que Dios quiere que recibamos, es POR la palabra de Cristo que viene el oír. Como dije antes, si alguno quiere profundizar en ello, luego después del culto tratamos de forma más detallada cada texto, ahora presten atención al POR, esto es una preposición de causa, es decir, indica la causa, el origen de algo, el origen del poder oír, recibir, retener, el mensaje y creer, ejercer fe, reside no en nuestras capacidades físicas, o en la exhaustiva repetición del mensaje sino en la palabra de Cristo, expresión que no solamente hace referencia a la palabra como el mensaje humana expuesto, sino que se extiende a la palabra de Cristo como el ejercicio de su autoridad, su llamado interno, la palabra de Cristo es la autoridad de Cristo que se hace eficaz mediante la exposición del evangelio. Como está escrito en Hebreos 1:3; 11:3 >> Él (Jesús) es el resplandor de Su gloria y la expresión exacta de Su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de Su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, el Hijo se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 3 Por la fe entendemos que el universo fue preparado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles.
Si leemos el pasaje de Rom 10:17 al revés nos ayudará a asimilar mejor lo que trato de ayudarles a entender >>> Por la palabra de Cristo (su autoridad divina que se manifiesta en la predicación del evangelio), viene el oír (la capacidad de recibir y entender el mensaje del evangelio), a su vez, cuando el mensaje de salvación alcanza el corazón y la mente de una persona, esta escucha el llamado interno y eficaz de Dios, y entonces cree, entonces viene la fe. “Por la palabra de Cristo viene el oír, y del oír, viene la fe”.
Habiendo entendido como nace la fe salvífica, la verdadera fe que viene de Cristo y reposa en Cristo, volvamos a Efesios 1:13. Ojos sobre el texto, les leo una vez más mi paráfrasis del mismo:
Estando unidos a Cristo, ustedes al igual que nosotros los primeros creyentes, primero escucharon el mensaje de la verdad, el cual es el evangelio de vuestra salvación, luego de escucharlo ustedes lo creyeron, paso siguiente fueron marcados con el Espíritu Santo que había sido prometido.
Alguno se estará preguntando el porqué de tantas vueltas, la razón es simple, quiero que veas la grandeza de la bendición que es no solamente escuchar el mensaje de la verdad, lo cual es una gran bendición, pero más aún es que este además se convierta en el evangelio de tu salvación. Piensa y junta ahora todas las piezas a las que hemos mirado, considera el hecho de que el Señor del universo haya orquestado la historia de la humanidad, todos los linajes del mundo, todos los acontecimientos de la historia disponiendo en su providencia que tú, especialmente tú, nacieras en determinadas circunstancias, crecieras expuesto a tu maldad y a la del mundo, pero que en un determinado momento escogido desde de antes de la fundación del mundo, una cita entre Dios y tu concertada en la eternidad pasada en la cual tu serías expuesto al mensaje de salvación, y en un determinado momento, no por tus méritos o por tus esfuerzos, sino por la gloriosa gracia de Dios y su autoridad divina, el mismo poder que ejerció para crear y sostener el universo, Dios soberanamente empleó para que no solamente escucharas el mensaje de la verdad, sino que este mismo mensaje que a muchos endurece, a ti te salvara, a ti, especialmente a ti, te reviviera, te abriera los ojos para ver su gloria y tus oídos para escuchar la dulce voz del buen pastor. El autor de tu fe orquestó todo para que, en el predeterminado momento establecido por Él, tu al oír el evangelio, al escuchar el llamado de Su voz te levantaras de entre los muertos, y fueras libre de tus ataduras, corrieras hacia su cruz y recibieras vida y vida en abundancia… Que bendición tan maravillosa es que el mensaje de la verdad sea el evangelio de nuestra salvación. Que bendición es que por su autoridad divina nuestro seco y rocoso corazón fuera cambiado por un corazón nuevo, y como suelo fértil recibiera la semilla del evangelio y que por el poder de su palabra esta germinara y diera frutos eternos para alabanza de Gloria. Es increíble como algo tan maravilloso puede y es muy a menudo menospreciado por nosotros.
Ahora, una vez que hemos sido reconciliados por Dios por la sangre de Jesús, a nosotros nos fue dado el ministerio de la reconciliación, fuimos comisionados a ir y predicar a toda criatura y a hacer discípulos de Cristo, las ordenes son predicar su evangelio y hacer discípulos suyos, y aquí encaja la importancia del orden lógico y cronológico que encontramos en este texto. Amados de Dios, la salvación viene mediante la predicación del evangelio, exclusivamente del evangelio. ¿Dios salva a pesar de nuestros errores y limitaciones? ¡Amen! Así es. Pero solo salva a través del evangelio, el formato a vece cambia, pero el mensaje es uno solo, el mensaje de la verdad, el evangelio de nuestra salvación. ¿Quieres ver a personas viniendo a la salvación? Predica en tiempo y fuera de tiempo. Predica el mensaje de la verdad el cuál declara que Dios es el creador soberano, Señor sobre toda creación, que todo ser humano es un rebelde enemistado contra el todo poderoso. Hijos del altísimo, “Predica la palabra. Insiste a tiempo y fuera de tiempo. Amonesta, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción”. Apunta a los pecados, a las miserias abominables del corazón, preséntate como instrumento en las manos de Dios para arrojar luz en las tinieblas de la condición humana. Declara la verdad de que todo ser humano ha pecado y está lejos de Dios, que han pecado incontables veces, y que la paga por un solo pecado es la muerte eterna, el castigo eterno en el infierno. No seas rebelde a la visión divina, urge a las personas a que se arrepientan y crean al evangelio, el mensaje de la verdad, el mensaje de la salvación. Nuestra labor es predicar fielmente, la fe salvadora es labor de Dios.
Hermanos cuiden a esta iglesia, sean celosos de la obra que el Señor les ha confiado. Velen para que en esta Iglesia la exclusividad del evangelio ensalzada y llevada a cabo. Comentando sobre la exclusividad del evangelio Lutero dijo: “El dueño de un prostíbulo no peca menos que un predicador que no entrega el verdadero evangelio. El prostíbulo es tan ruin como la iglesia del falso predicador”.
Miembros de esta iglesia, Iglesia Evangélica de la Gracia en Lanzarote, donde no hay evangelio no hay vida eterna, no hay paz con Dios, no hay cristianismo. Preserven y prediquen el Evangelio de nuestra salvación, y cuiden que en esta Iglesia solo tenga cabida el mensaje de la verdad, el evangelio de nuestra salvación.
A los que están entre nosotros que no han creído al evangelio y no se han arrepentido de sus pecados
El evangelio es tan exclusivo porque apunta a la exclusividad de Jesús. Solo en Cristo hay salvación, en nada más encontrarás perdón a tus pecados y salvación para tu alma. No trates de combinar a Cristo y tu religiosidad, buenos obras, cultura, tradición, o cualquier otra cosa con el fin de asegurar tu salvación. En ninguno otro hay salvación sino en Jesús, no hay medio término, o te aferras a Cristo o a tu religión, buenos hábitos, cultura, tradición o cualquier otra cosa, pero aparte de Jesús la palabra de Dios te advierte hoy, tu mejor intento es un trapo inmundo ante los ojos del Dios sumamente Santo y justo, solo Jesús puede límpiate totalmente de todos tus pecados. Jesús no es un salvador cojo, Él no necesita las muletas podridas de tus buenas obras. ¡Cristo es suficiente, y su evangelio es poder para salvación a todo aquél que cree!
Ojos sobre el texto.
1º Escuchamos el evangelio de nuestra salvación.
2º Creemos.
Recordando que creer no es meramente dar crédito o asentir, este creer es una fe verdadera, viva, que define tu forma de vivir, tu pensamiento y aun tus sentimientos. No es un simple creer desconectado del ser y del hacer, la fe verdadera es viva y da frutos dignos de arrepentimiento, la fe verdadera se manifiesta en creer le a Dios, esperar en Dios para la vida eterna y vivir para Dios en esta vida presente. Como la palabra de Dios nos advierte “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. Santiago 2:17-22 ¿Tienes una fe viva o la fe de los demonios?
3º fuisteis sellados en Él con el Espíritu Santo de la promesa (…)
Cuando alguien realmente cree en el evangelio esto no se debe a su bondad inherente, la palabra de Dios nos lo declara:
No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.
12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Preservar esta fe que nos es dada por pura gracia, por el poder regenerador del Espíritu de Dios que mora en cada creyente, también es una obra de gracia, es una obra de gracia soberana. Solo el Dios que nos provee un salvador, nos envía el mensaje de salvación, y nos da la fe es quien puede preservar nuestra fe para que podamos perseverar hasta el fin. Todo verdadero creyente en Jesús e, sellado con Dios el Espíritu Santo. Somos sellado en Cristo, con el Espíritu Santo. Finalmente vemos las tres personas de la trinidad claramente interactuando y garantizando que toda bendición espiritual que nos es dada por Dios Padre nos sea otorgada a través del Salvador y garantizada por la marca del Espíritu Santo.
La imagen es bellísima, el termino sellados que atribuye al Espíritu Santo la función de sello puede hacer referencia a dos cosas, por un lado, tenemos el hierro de marcar al ganado, un instrumento metálico el cual sostiene una forma, ya sea con iniciales o algún tipo de sigilo familiar, con el que, cuando incandescente, se usa para marcar el ganado.
Si consideramos que al decirse del Espíritu Santo ser nuestro sello, entonces asumimos que el Espíritu Santo es la marca que garantiza que somos propiedad de Dios, lo cual somos ya que fuimos comprados por precio de Sangre, la sangre preciosa de Jesús, somos posesión adquirida por Dios y Él ha impreso su marca en nosotros. Pudiéramos extendernos y considerar qué implicaciones tiene esto en nuestra vida práctica. Pudiéramos considerar el fruto del Espíritu como la marca del mismo en nosotros, contrastándonos con el mundo, la obra santificadora del Espíritu de Dios que cada día nos conforma más a la imagen de Jesús. Sin lugar a dudas esto es así, las sagradas escrituras lo afirman, más adelante en Efesios veremos que si tenemos la vida de Cristo, de su Espíritu en nosotros, la marca distintiva en nuestras vidas será que nuestra relación con Dios, y nuestra posición delante de Él cambia profundamente toda nuestra forma de vivir. Pero hay otra figura que debiéramos considerar, el sello real. El Sello real era una estampa dejada sobre la cera, o algún tipo de resina que estuviera derretida al premir sobre la misma con un anillo real que tuviera la estampa real, con la cual el Rey sellaba un documento oficial, o una propiedad, como se hizo con la gran piedra que se rodó y se cerró la tumba de nuestro Salvador. Solo alguien autorizado podría romper dicho sello. En el texto leemos que el Espíritu Santo es nuestro sello, pero somos sellados en Cristo, como si de una carta se tratara, como si nosotros fuéramos la carta dentro del sobre, Cristo fuera ese sobre, y el Espíritu Santo el sello. Con esta imagen en mente, ¿qué mal le puede pasar a la carta que primero no le pase al sello y al sobre?
Ya sea que el termino sello esté relacionado con la redención por la cual Dios nos compra como su herencia, su propiedad, y nos marca con su Espíritu Santo prometido, o ya sea que la idea que nos quiere transmitir sea la de que el Espíritu Santo nos guarda protegidos en Cristo, ambas imágenes nos comunican el cuidado soberano del Dios trino para con los suyos, y este cuidado soberano es la garantía que la herencia que recibimos al ser adoptados como hijos de Dios Padre nos será dada de forma irrevocable. No hay manera que la perdamos porque fiel es el que prometió, y también es plenamente poderoso para cumplir. La presencia del Espíritu Santo en la vida del creyente tiene por meta asegurar que lo que Dios redimió, adquirió para sí, es decir, nosotros los que creemos en Jesús, juntamente con Cristo seamos herederos de la Gloria eterna existamos para alabaza de quien Dios es. Somos su heredad y a la vez sus herederos. Tenemos la maravillosa y muy segura bendición de ser marcados, sellados con el Espíritu Santo que nos fue prometido, y además la gran bendición de saber que todo lo que Cristo conquistó en la cruz en nuestra herencia, garantizada por el Espíritu Santo, para la Gloria de Dios Padre.
1 Pedro 1:3-4 >> Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien, según Su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, 4 para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para ustedes.
Todas las bendiciones sobre las que hemos estado meditando todas nos son otorgadas por pura gracia por Dios Padre, a través de nuestro Señor y salvador Jesús a quien estamos unidos eternamente, y mientras estamos de este lado de la eternidad sabemos que como garantía de ello, Dios no pudiendo dar a nada más valioso que Él mismo, en la persona del Espíritu Santo Dios mismo se nos da como garantía de que somos suyos y que nada nos puede separar de su amor, nada ni nadie podrá jamás impedir que alcancemos la gloria eterna que en Cristo nos es fue reservada.
Como dijo alguien: (…) El Espíritu es la primera cuota —el depósito— que garantiza el “pago” completo de la vida para disfrutar de Dios en el cielo, porque Él es Dios dentro de nosotros. Él es como el primer plato de la suntuosa fiesta espiritual que vendrá en la nueva creación. Recordar esto nos permitirá evitar dos errores comunes. Primero, evitaremos pensar que nuestro gozo en la presencia de Dios es solo para el futuro—ya podemos disfrutar una porción del cielo ahora, a través del Espíritu que mora en nosotros.
En segundo lugar, evitaremos pensar que nuestra experiencia actual es todo lo que hay; de hecho, ¡lo mejor está por venir! Si crees en el evangelio, no pierdas de vista lo seguro que es tu futuro. La elección del Padre, la redención del Hijo y la morada del Espíritu son todas irreversibles.
PARA ALABANZA DE SU GLORIA.
Si esta densa y profunda frase que transcurre desde el versículo 3 – 14 fuera un himno, cada estrofa sería delimitada por esta tan jubilosa expresión cargada de significado – PARA ALABANZA DE SU GLORIA, empezando por su primera forma “PARA ALABANZA DE SU GLORIOSA GRACIA” Y LUEGO USADA DOS VECES MÁS SOLAMENTE CENTRADA EN LA ALABANZA DE LA GLORIA DE Dios.
Es su gloriosa gracia que nos conduce a la alabanza de su gloria. Es por su gloriosa gracia revelada en la salvación que podemos ver su gloria, experimentar su gloria y finalmente vivir para alabanza de su gloria.
Como dijo alguien: Todo lo que hemos visto ocurre según la voluntad soberana de Dios (v. 1,5,9,11). Podemos regocijarnos de que Dios está cumpliendo su plan. No somos un accidente ni vivimos sin propósito. ¿Y cómo debemos responder al conocer el plan eterno de Dios y apreciar nuestras bendiciones que Dios nos otorga? No debemos simplemente apretar los dientes y enfrentar la vida. Debemos regocijarnos intencionalmente en las bendiciones de la gracia de Dios. Cuando lo hagamos, viviremos para la alabanza de su gloria mientras apreciamos el extraordinario gozo de ser salvos.
Te alabo, mi Dios y Padre de mi Señor Jesucristo, por bendecirme a mí y a mi familia cristiana en los lugares celestiales con toda bendición espiritual en Cristo. Te agradezco que me adoptaste, me redimiste y me sellaste. Te agradezco que pueda vivir para la alabanza de tu gloria. Amén.